CELEBRACIONES


En la Península ibérica, no hay muchos documentos que aclaren como se celebraba antiguamente la Semana Santa. En el siglo XII, en regiones como Cataluña y Baleares se hacían representaciones dramáticas en lengua romance de la Pasión de Cristo, se escenificaba el descendimiento de la cruz, se representaba el Domingo de Pascua, de Resurrección, etc.

A partir de los siglos XIV y XV comienzan a instituirse las cofradías de sangre o vera cruz que se penitenciaban públicamente; de hecho será San Vicente Ferrer quien a finales del siglo XIV recorra los caminos europeos y españoles estimulando a la práctica de la flagelación pública. Poco a poco se van incorporando imágenes a la Semana Santa como el lavatorio de los pies de los Apóstoles en la Última Cena.

A partir de la contrarreforma se produce un entusiasmo por la religión con un predominio total y exclusivo de temas religiosos, pues la iglesia fomenta el culto a las reliquias y en especial el culto a los santos, esto hace que el arte tome una nueva dirección tomando de la iglesia sus motivos y formas. Los temas de la Pasión se acrecientan además de aumentar su dramatismo; grandes cultivadores de tales motivos fueron las cofradías penitenciales y gracias a ellas se ha potenciado el arte de las procesiones.

En Galicia hay una liturgia popular muy abundante y variada en la cual la gente expresa sus sentimientos íntimos y religiosos. Dentro de esta liturgia destaca la celebración de diferentes prácticas populares como villancicos en Navidad, La Cuaresma y como no Vía Crucis y penitencias de la Semana Santa, con cantos de la Pasión, antiguas representaciones del Encuentro y Desenclavo, etc.

A lo largo del tiempo, en toda la región gallega las celebraciones son afines, así, el domingo de Ramos se concentraban en todas las iglesias, principalmente niños, para bendecid los Ramos, siempre hubo y hay esa rivalidad entre niños de llevar el ramo más grande, que luego serán bendecidos y guardados en las casas para prevenir de todo mal.

La preparación de las andas para llevar los pasos, que se hacía el Miércoles Santo era también de gran interés para los fieles que portarían las imágenes. El Jueves Santo se armaba el monumento y los vecinos aportaban velas adornadas con cintas. Se hacían también las visitas al Sagrario de las iglesias existentes en cada pueblo.

Las procesiones de penitentes en la Semana Santa aparecen ya en 1495, con el tiempo llegan a prohibirse aunque en algunos pueblos de Galicia aún se celebre este tipo de procesión.

En muchos lugares el día de Viernes Santo se celebre la función del Desenclavo. Cerca del presbítero se coloca a Cristo en la cruz y dos escaleras por brazo, la figura es articulada. Un predicador explica la historia de la Pasión, luego ordena a dos sacerdotes que quiten la corona de espinas, el INRI, los clavos, haciendo consideraciones cobre las diversas escenas y mostrando los objetos a la Virgen de la Soledad que está muy cerca observando.

Este mismo día se celebra la procesión del Santo Entierro y a la noche la procesión de “Los Caladitos”, cuyo nombre procede del absoluto silencio por parte de los asistentes.

Según Rodríguez López en la mañana del Sábado santo en algunas partes de Galicia se plantaba fuego en el ario y cada famita lleva una brasa, para encender en la casa un fuego nuevo.

El Domingo de Pascua tenía y tiene lugar el encuentro de Jesús resucitado con la Virgen, saliendo cada imagen de iglesias distintas o de la misma por distintas partes y encontrándose en una plaza o encrucijada.

En Viveiro, las celebraciones y actos de la Semana Santa se remontan a la llagada de los Dominicos y Franciscanos; de hecho los últimos fueron los que llevaron por Europa adelante la práctica y devoción a la Pasión de Cristo.

Dominicos y Franciscanos están asentados en Viveiro hacia finales del siglo XIII, así en un documento de 1287, recogido por el Padre Aureliano Pardo Villar, se nos dice que el canónigo de Mondoñedo Esteban Galván hace en su testamento una manda de cien sueldos para los frailes Dominicos y Franciscanos de Viveiro. Estos frailes serán los que desde un principio organicen pasos y procesiones llegando a las celebraciones tan solemnes de hoy en día.

 

Fuente:"La imaginería religiosa en la Semana Santa de Viveiro".M. Begoña Fernández García